hay países árabes hoy que buscan resolver el problema dentro de los
límites establecidos para el Estado de Israel según Resolución 29 de noviembre
de 1947. Después de que estos estados hayan hecho todo lo posible para evitar
misma; después de haber conspirado de ahogar el Estado de Israel en sangre, y
hacer la desaparecer de la
Tierra. Cuando su plan falló,
ahora están tratando de regresar a la misma resolución.
Es como si un hombre que trató de arrancar la raíz del árbol frutal de
su vecino, y cuando falló, ahora viene a demandar a algunos de sus frutos
igual pasa con el problema de los refugiados árabes. Después del fracaso
del complot árabe contra Israel, el fracaso se convierte en una acusación
contra Israel. Los que querían destruirnos, los que cayeron en el hoyo que
cavaron, y ahora están tratando de responsabilizarnos de ello. Mencionaremos
repetidamente que fuimos preparados con fe y sinceridad para establecer el
Estado de Israel de acuerdo con la resolución 181, que requería que el 45% de
su población fuera árabe al principio. Pero para eso, los árabes tuvieron que
aceptar la idea y colaborar, preservando la paz.
Pero el pueblo árabe se opuso a la decisión y el resultado fue una gran
salida árabe, similar a otras que se han producido en las últimas décadas en
otros lugares en el mundo. Lo que nunca ha sucedido es que una población que se
ha ido por estos motivos pueda volver a su tierra. Devolver refugiados sin paz
con los países vecinos, es un acto de suicidio al Estado de Israel. Ningún otro
país en nuestra situación lo aceptaría.
Incluso ahora, después de varios meses sin violencia, la paz está
todavía muy lejos. La aparición del Estado de Israel en el escenario mundial,
la guerra declarada en su contra y la derrota árabe, la salida de las masas
árabes del país y la entrada de masas de judíos, todo esto causó un gran
impacto en el Medio Oriente. No estamos seguros de que no vuelva a estallar
otra guerra. Nuestro bien vital requiere una paz amplia y rápida, y es nuestro
deber luchar y buscarla, pero no debemos impacientarnos. Si no hay otra opción,
debemos esperar pacientemente.
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