por qué a pesar del poder y la calidad
cinematográfica de una película como 'La imagen de la Victoria' no se
debe abandonar la lucha por el lugar de la historia, o sea la composición de palabras,
argumentos, contextos y sentido común
I. introducción
No tenía intención de ver dicha película ¿por
qué? Porque he visto suficientes obras cinematográficas israelíes de esta
índole, y he leído suficientes artículos escritos por quienes se asocian con el
'Campamento de la paz', por ende ya conozco suficiente las tesis del 'Campamento
de la paz', como para saber de antemano el argumento de la película. No tuve
ganas de frustrarse otra vez, más allá del hecho que conozco bastante bien la
historia de la batalla de Nitzanim, por ser historiador.
¿Cuál es la tesis del 'Campamento de la paz'?
En dos palabras: simetría falsa. En otras tres: basta de guerras. En otras tres:
es nuestra culpa. En otras tres: es nuestro pecado.
Y resulta que, después de que las
circunstancias de la vida me llevaron a ver la película, mi opinión
preconcebida era muy limitada, porque esta película es mucho peor de lo que yo
esperaba. Quizás es la culminación de todo lo descrito antes, una expresión
especialmente escandalosa de lo que el periodista israelí Ben-Dror Iamini,
llamó acertadamente en un libro que publicó hace siete años: La industria
de las Mentiras.
II. La verdad al servicio de la mentira
Las mentiras se pueden producir de dos
maneras principales: 1. mentir con la frente determinada. 'Sí, estuve' en un
lugar y momento determinados aunque no lo estaba. Todos usamos este tipo de
mentiras, que a veces son necesarias. 2. basar un argumento falso en verdades a
medias o en verdades fuera de su contexto.
Pero hay otra forma: 3. producir una
mentira tanto sobre la base de medias verdades como sobre la base de verdades
completas. Y la película en discusión utilizo la misma.
Incluso antes de que aparezca la primera
imagen en la pantalla, el director se asegura de escribir: 'Basado en hechos
reales'.
De hecho, la cantidad de Verdades reales en
esta película es muy impresionante: Verdad, hubiera existido un país. Verdad,
hubiera existido el Kibutz Nitzanim. Verdad, hubiera existido árabes rurales. Verdad,
hubiera existido un rey llamado Faruk. Verdad, hubiera existido una decisión de
la ONU aconsejando la partición de Eretz Israel. Verdad, hubiera habido una
guerra en los caminos. Verdad, hubiera habido viajes en caravanas. Verdad, Ben-Gurion
declaró el Estado. Verdad, había inmigración de jóvenes judíos de Europa y del
América de Sur. Verdad, habría habido una vaca en el Kibutz Nitzanim. Verdad,
habría habido la Operación Tinok (rescatando a los bebes en el 17 de
mayo de 1948). Verdad, habría estado la Brigada Givati, Abba Kovner, y así
sucesivamente muchísimas otras Verdades.
III. Entonces, ¿de qué se trata la crítica mía?
No, no se trata del derecho del director a hacer una película y no del derecho
del espectador a ver lo que quiere en ella, y tampoco de la cuestión de si
desde un punto de vista cinematográfico es una película excelente (porque desde
un punto de vista cinematográfico es excelente)
Y antes de que vuelva a presentar 'el
argumento de los argumentos de los argumentos': 'libertad de creación' y detrás
de él el argumento de 'libertad de interpretación', ya que 'todos tienen
derecho a leer la película y ver el libro según su entendimiento' - Estoy de
acuerdo sin restricciones algunas que el director puede crear lo que quiere, y
que el espectador tiene derecho a ver en la obra lo que quiera, contradecir a sí
mismo, argumentar lo que le antoje a argumentar, etc etc etc.
Pero de eso no se trata el debate. En una
sociedad libre a una persona se le permite recolectar dinero, escribir un guion,
hacer una investigación (en este caso una "investigación", lo sé, yo
fui parte de ella, alguien del equipo me llamó, preguntó preguntas muy "profundas"
que revelaron una comprensión extremadamente impresionante de una profunda típica
ignorancia), se le permite elegir actores, combinar pornografía ligera y
pseudofeminismo en su trabajo, producir simetrías de todo tipo, encender un
fuego, producir explosiones, y combinar en el trabajo chistes al estilo de las
parodias de Purim de grado 11 tanto como pueda.
Y en una sociedad libre uno puede sentarse
y admirar las imágenes en la pantalla y el increíble trabajo de restauración
(¡hay una escena de un Primus prendiéndose fuego, y otra de un B17 y de una
avioneta de verdad!), que incluye vehículos y armas del pasado, y ropa del
pasado, y sacos de arena del pasado, y personajes que hablan en una variedad de
acentos, y asombrarse y emocionarse y salir recomendarlo a cualquiera que no lo
haya visto, que '¡corre a ver la peli YA!'.
Tampoco hay debate de que una película
contribuye al fomento de la conciencia histórica cien o cien mil veces más que
cualquier libro de historia, incluidos los libros de actual rockstar de la
historia, nuestro venerado Rabino Yuval Noah Harari.
Pero el debate existe a pesar de todos
estos acuerdos. Porque el debate es sobre el mensaje de la película, p sea su
argumento.
IV. Entonces, ¿cuál es el mensaje de la
película? O: ¿cómo podemos o debemos acercar esa pregunta?
Vaya las paradojas: si al director se le
permite crear lo que quiere (y no hay dudas que el director puede crear lo que
quiere), y si el espectador puede decir lo que quiere sobre la obra (y no hay duda
de que el espectador puede opinar lo que quiere), ¿es posible hablar del 'mensaje
de la película'?
Como en cualquier otro caso relacionado con
la realidad, la realidad también nos salva de esta paradoja. Y en este caso la
realidad en un sentido muy específico: El hecho real que el ser humano siempre
busca y crea significados y mensajes.
Siendo un rasgo humano natural, que sirve como
pauta humana muy conocida, de intentar vivir una vida justa basada en moralidad
(y para ello buscamos y creamos sentidos y mensajes, porque sin estos es
imposible distinguir entre justicia e injusticia, y entre diferentes tipos de
moralidad), está claro que no hay, ni puede haber ni una película, incluida Fast
and Furious 23, que no tendrá uno u otro mensaje.
Por ende, la pregunta no es '¿acaso la
película Imagen de la Victoria tiene un mensaje', sino 'cuál es el
mensaje' de la misma?
Y, por supuesto, es posible hablar de
múltiples mensajes. Y, obviamente, cada mensaje está sujeto a interpretación.
Pero insisto: de acuerdo con el mismo principio humano-natural, una u otra interpretación
puede y debe ser debatida.
El debate puede ser realizado en dos
maneras: 1. Sin argumentos necesarios, es decir, sobre los sentimientos
principalmente. 2. Con argumentos basados en los componentes existentes en la
película.
Y, por supuesto, la emoción tiene un papel
preponderante, ya que de eso trata el arte, todo tipo de arte. Pero el papel de
la emoción no contradice el hecho que la gente está buscando argumentos y
mensajes, que acompañan los sentimientos.
Obvio: en la película hay muchos
componentes y cada uno puede servir para armar el argumento. Pero eso no
contradice la capacidad que tiene cada persona: distinguir entre componente más
o menos importantes.
Obvio: lo que es importante para uno, puede
ser irrelevante para el otro. ¿Entonces, ahora sí que chocamos una pared? No
necesariamente.
Porque este asunto también se puede aclarar
de dos maneras: 1. Santificar la opinión y cerrarla a la crítica. 2. Conducir
la discusión de manera abierta, consiguiendo así dos metas: llegar a un
acuerdo, y entender y aclarar de que temáticas o asuntos el debate queda
empatado, es decir irresuelto.
Resumiendo: suponiendo que la película
tiene un mensaje, incluso si está construido por una combinación de
componentes, es posible averiguar cuál es el mensaje, observando sus
componentes centrales. Y si no hay acuerdo cuales son los componentes centrales,
se puede y DEBE seguir averiguar cuáles son, basando en la película, ya que la
premisa básica es que aquí la misma tiene mensaje.
V. ¿Cuál es, pues, el mensaje de la
película Imagen de la Victoria?
En síntesis: Basta con las guerras, Make
Peace Not War, Imagen, etc.
Como se mencionó, este mensaje se basa en
una larga serie de elementos visuales y textuales, pequeños y grandes, que se
resumen en el fin de la película, por si por las dudas el espectador no es suficientemente
inteligente: "Dedicado a todos los jóvenes de ambos bandos que cayeron en
la guerra".
Unos minutos antes, aparece una cita según
la cual “la política es la política, pero la vida es más importante”.
Desde este punto de vista John Lennoninista
superficial que es nada más que un insulto a la inteligencia resulta
fundamental la vergonzosa pornografía que acompaña a la película: desde la
insistencia en que las actrices usen pantalones cortos hasta la escena de los
calcetines en la playa y, por supuesto, la especialmente descarada escena del
ordeño de la vaca. Porque de punta de vista de los Hipies, todas estas
escenas NO son pornografía, Dios me libre, sino un himno a la juventud, a la
belleza, al amor.
A todo ello hay que añadir la historia
paralela de la novela entre la heroína de la película y el comandante militar
de Nitzanim, a la historia de la novela entre el voluntario de los Hermanos
Musulmanes y la sonriente jovencita árabe, que de vez en cuando pasaba de aquí
para allá en la pantalla.
O el discurso de uno de los soldados judíos,
que por ninguna justificación histórica están presentados como graduados de
prisiones y pandillas callejeras (eran combatientes de Givati que comenzaron
su servicio antes del establecimiento del estado, así que por definición eran
voluntarios), que dice “Para qué pelear si se puede hablar”, que innovación… no
es el soldado que propone esta idea tan brillante, sino el director, hablando por el mencionado 'Campamento
de la paz'… ¿Cómo no pensaron en esto antes, hasta diciembre de 1947, Herzl,
Weizmann, Rupin, Magnes, Arlozorov, Berl, Golda y Ben Gurion? Por las dudas, y
vale la redundancia, debo aclarar que todos estos personajes hicieron todo lo
posible para evitar la guerra.
Otros soldados, sobrevivientes de la Shoah
por supuesto, representan a la supuesta Israel militarista, el que la película
trata de educar a través de las filosofías de los hippies, que dicen lo opuesto:
"¿Y cuando los judíos y los alemanes estaban en Auschwitz, se suponía que
debían negociar?, ¿Habéis tratado alguna vez de hablar con un árabe?"
Para no perdernos la conexión entre la
Shoah y la Resurrección, la heroína de la película y uno de los soldados están
hablando entre ellos - para que no perdamos la profundidad del mensaje por un
momento, la cámara nos muestra generosamente el número grabado en su brazo - en
alemán.
Y por supuesto el discurso basado en el
legado de la Shoah departe de la némesis de Nitzanim y del Movimiento Hanoar
Hatzioni, el gran personaje del Hashomer Hatzair, Aba Kovner, el
politruck… en la asamblea, la ola jadasha del acento ruso, le explica a su
amiga, la ola jadasha de Argentina, que politruk es un puesto militar tomado
del Ejército Rojo, cuyo estatus es superior que la de cualquier otro comandante…
otra distorsión total de la verdad, más allá del comportamiento erróneo de
Kovner.
O la mentira sobre la supuesta desafortunada
aldea palestina (que representa a todos los supuestos desafortunados
palestinos) que fue despojada de su tierra por Nitzanim (que representan al
sionismo). En este caso es una doble mentira: 1. Nitzanim estaba aislada, y a
su lado solo un campamento británico abandonado. 2. el sionismo no despojó ni a
un solo árabe de su tierra.
Pero la simetría fingida requiere mentiras sin
fundamento, que desde el punto de vista de lo que se conoce como el "campamento
de la paz" no tienen más que repetir y repetir y repetir y repetir para
que lo que ocurra lo que Goebbels nos enseñó: mentira repetida tres veces se
transforma en verdad.
Y como cualquier película digna de su
nombre (y desde un punto de vista netamente cinematográfico, esta es una
película magníficamente hecha), se desarrolla en un movimiento crescendo:
explosiones y fuego y más cambios de fuego y humo conquistando la colonia judía.
La explicación de la batalla ofrecida en la película es particularmente
ridícula: fue una solicitud del Rey Faruk de Egipto para obtener la 'imagen de
la victoria', antes de que el ejército egipcio regrese a casa. Pero la batalla
en cuestión termino en 7 de junio de 1948, mientras el ejército egipcio volverá
a su país no antes de Febrero de 1949, y como se sabe, o debería saber un
director filmando una película "basada en hechos reales", este ejército
no solo invadió un terreno que no tiene nada que ver con El Cairo sino el mismo
llegará a las afueras de Jerusalén.
Luego, cuando cae Nitzanim porque no llegan
los refuerzos ("por razones políticas" propone la película obviamente,
negando el hecho de que una cuarta parte de los 17 asentamientos que cayeron igual
como Nitzanim en esta guerra, fueron kibbutzim del 'Hashomer HaTsair'),
y los cuerpos son amontonados en las trincheras, Avraham el comandante
finalmente decide rendirse.
En la historia como realmente sucedió (sí,
existe tal cosa "historia realmente sucedida", no todo es "narrativas"
o "opiniones"), la rendición de Avraham Schwartzstein fue ante el
comandante del ejército regular egipcio. Pero este hecho daña el argumento ideológico
del "Campamento de la Paz", porque con los oficiales del ejército
egipcio de 1948, los oficiales de las FDI se sentaron 25 años después en el
kilómetro 101, realizando el primer paso a la paz firmado en 1979.
Por lo tanto, el colmo de la locura de la
guerra no puede producirse frente a un oficial egipcio, de un ejército oficial
de un país que fue uno de los fundadores de las Naciones Unidas, una
organización diseñada para prevenir guerras y en su lugar buscar arreglos
diplomáticos, como la fue la Plan de Partición, la cual fue rechazada por TODO
el mundo árabe, que prometían a evitar una solución diplomática a toda costa, incluso
el "ahogarla en sangre" si hará falta. Todo esto, por supuesto, está
oculto a las miradas del director, que nos aseguró antes del primer Frame
que la película está "basada en hechos reales".
Por ende, el enfrentamiento final del
comandante Avraham no puede ser como paso en la verdadera historia (sí, existe
tal cosa "historia verdadera", no todo es "narrativas" o "opiniones"),
y nuestro director pone en lugar del oficial egipcio regular, un fanático
luchador de la Hermandad Musulmana, quien, para que no nos perderemos en dudas,
está equipado con una barba espesa y ojos chispeantes que transmiten intolerancia,
en primer lugar, hacia el egipcio director que fue enviado "sólo para
documentar". Pero incluso el fanático barbudo mata al comandante Avraham
por error, cuando entra en pánico por un momento porque alguien desde atrás
dispara varios tiros.
Viva la simetría... los barbudos fanáticos de
ellos contra nuestros pelados kovners... Si tan solo no hubiera fanáticos 'en
ambos lados', todos los amantes podrían realizar su amor.
Pero de hecho se trata de pura propaganda:
¿Por qué un oficial egipcio cometería un crimen de guerra: el asesinato de un
comandante que levantó una bandera blanca? (y sí, las FDI también cometieron
crímenes de guerra en 1948, eso es lo que pasa habitualmente en guerras… por
ende la cuestión es quien provoco la misma. La verdad histórica es muy simple y
no tiene nada que ver con simetría: los árabes y solo los árabes).
La penúltima imagen es de las fotos de los
héroes de la paz de 1979, colocadas en la casa del director egipcio, quien por
supuesto representa a nuestro director: Kissinger y Sadat realmente fueron héroes
asegurando la paz, pero no se debe omitir el hecho que esta paz no cambio para
nada la percepción predominante de los egipcios hacia el sionismo y el Estado
de Israel.
Los mismos conceptos acerca del sionismo aceptados
en Egipto en 1942 (su total negación sea el tamaño del territorio que reclamaban
los judíos), siguen siendo los mismos 80 años después. Lamentablemente no se
nota señales de que algo está por cambiar a este respecto, ni en Egipto y
ciertamente tampoco entre los palestinos a ambos lados del Jordán.
El director egipcio hace de vocero de
nuestro director, cuando se testimonia a sí mismo que el misterio de la jovencita
sonriente (y esta es la última imagen de la película: una hermosa mujer sonriente
ante la locura del nacionalismo y la política), lo llevó a estudiar el tema e
investigar. O mejor dicho, "investigar".
VI. Gran historia, pequeñas historias, nefasta
propaganda y sentido común.
En una etapa muy temprana de la película,
el director egipcio nos brinda otra visión profunda y original: la gran
historia se construye a partir de pequeñas historias. De hecho, una idea
original, innovadora, estimulante y sin antecedentes.
O tal vez, principalmente, todo eso es, o
debe ser mucho más simple: la historia, pequeña o grande, es, o debe ser, ante
todo historia.
Y la historia es literalmente el relato
mejor posible reconstruido, de un determinado asunto que se suscitó en el
pasado.
Por ejemplo, la historia de Nitzanim entre
diciembre de 1947 y junio de 1948 (o abril de 1949 si se suma el intercambio de
prisioneros en la frontera).
Y para comprender lo sucedido en Nitzanim durante
este período (el período de la lucha contra la invasión árabe y a favor del
derecho de los judíos gozar de un hogar nacional en al menos una parte de la
Tierra de Israel), hay que entender el contexto, un esfuerzo que requiere mucho
más de lo que nuestro director se esforzó de hacer.
He aquí una lista de contextos y cuestiones
necesarios:
La lucha diplomática de los líderes
sionistas en los meses anteriores a la declaración de estado;
La esencia de la 'batalla en los caminos'
librada por los árabes contra el asentamiento judío y la razón del contra
esfuerzo de los judíos para librar una 'batalla por el territorio' contra los
árabes;
La capacidad de los judíos para recolectar,
preparar y distribuir armas en el período anterior a la declaración del estado,
y por qué solo después de la primera tregua (julio de 1948) las FDI comenzaron
a gozar de ventaja militar relativa;
Las desventajas tácticas de Nitzanim en
relación con el eje Gaza-Isdud;
El rol de los "papeles de combate"
distribuidos por los "politruks", Kovner en este caso, en las
difíciles circunstancias de la guerra;
La situación en otras frentes (paralela a
los meses del sitio de Nitzanim, uno de cada dos combatientes de la 'Brigada Harel'
murió en las batallas en el camino a Jerusalén: 400 en total).
Y se trata de una lista parcial, pero sin
la cual no se puede entender la historia tal como había sucedido.
Pero cuando el pasado esta utilizado para
crear una historia vacía, basada en distorsiones del pasado en el mejor de los
casos, y en mentiras puras en el caso más común, construyendo una simetría
falsa, entonces no es ni gran historia ni pequeña, sino nada más que una
nefasta propaganda.
Y es especialmente desagradable porque sus
intenciones son buenas. Porque ¿quién está en contra de la paz? Todos están por
la paz. Incluyendo a Hitler, quien asumió que después de derrotar a los
soviéticos y los británicos y liquidando a los judios, negros, homosexuales,
gitanos y la música Jazz, finalmente podría lograr la prosperidad del Reich de
los mil años.
Igualmente Faruk, que no era para nada un
Hitler, estaba a favor de la paz, siempre que no incluyera la existencia de un
estado judío. Igualmente Nasser, que remplazo a Faruk en 1952 utilizando un
golpe de estado. En 1948 Nasser era un oficial egipcio en el norte de Neguev,
cuya imagen, como se mencionó, también está en el escritorio del director.
Nasser también es parte del campamento de la paz, ya que la paz garantizará la
prosperidad del socialismo árabe, que será construido inmediatamente después de
la destrucción de Israel.
Y el argumento de la película es
especialmente tonto y vacío porque enfrenta la vida con la política. Como si la
política o la vida es un contenido fijo... Y no las son: La política puede ser
como la implementada y difundida por los Hermanos Musulmanes desde 1928 hasta mañana,
y la vida puede parecerse pobre y sin horizonte ninguno como la conocen las
masas en Egipto en los últimos miles de años.
Pero la política puede ser como la
implementada y difundida por los miembros del movimiento sionista a través de
su multitud de organizaciones, entre ellas el Movimiento Hanoar Hatzioni, que por
lo menos en 1929 sus fundadores estaban seguros de que "todos
construyen", es decir que cada uno y todos Juntos deben construir
condiciones para una vida digna, prospera, con futuro.
Para comprender todo esto, no es necesario
ser ni un gran sabio ni erudito.
Todo lo que se necesita es una dosis
razonable de sentido común y un par de ojos que miren la realidad tal como es,
y no a través de las lentes de la cámara.